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Confianza en el mercado

Importancia de las certificaciones.

 

Como consecuencia del conocido «fast-fashion», los hábitos de compra de los consumidores de la industria textil han ido cambiando a lo largo de estos años, por lo que el consumo se ha disparado hasta cifras altísimas, previéndose un crecimiento del 63% para 2030. De forma casi antagónica, los consumidores también han aumentado su preocupación por el impacto ecológico y social que este consumismo puede acarrear.

Así surgieron las certificaciones ecológicas, que funcionan como garantía para el consumidor de que la pieza final que tiene en sus manos ha sido producida teniendo en cuenta parámetros como el impacto ambiental y social, respetando unas normas que la convierten en una pieza estandarizada y de valor reconocido.

En este sentido, han surgido varias certificaciones, cuyo objetivo es garantizar el cumplimiento de determinadas normas relativas a las ecologías de producción, condiciones humanas, el consumo y la eliminación. Estas etiquetas son gestionadas por entidades oficiales públicas o privadas.

Las certificaciones desarrolladas se basan generalmente en principios como: garantía de ausencia de sustancias que, a la luz de los conocimientos actuales, se consideran nocivas para la salud humana; garantía de que el producto desarrollado, teniendo en cuenta todo su ciclo de vida, tiene un impacto medioambiental reducido; garantía de que el producto se ha fabricado respetando las normas de higiene y seguridad en el trabajo; garantía de que el producto respeta los niveles establecidos de calidad funcional.

Las certificaciones ecológicas más reconocidas son: OEKO-TEX®, GRS, GOTS y BCI. Pero ¿qué implica concretamente cada una de estas certificaciones?

OEKO-TEX® cuenta con numerosas certificaciones, entre ellas la norma OEKO-TEX® Standard 100.

Si un producto tiene esta certificación, se garantiza que cada componente del producto ha sido sometido a pruebas para detectar sustancias potencialmente nocivas y, por tanto, es seguro para la salud humana. Existe un catálogo detallado con las sustancias que deben someterse a prueba, y a menudo los valores límite van más allá de los requisitos nacionales e internacionales. El catálogo se actualiza al menos una vez al año, siempre teniendo en cuenta los avances de la ciencia.

 

Todos los productos textiles, en cualquier fase, pueden etiquetarse con esta certificación. Estos productos se clasifican en función de su uso, categoría que difiere según los requisitos que deben cumplir. Existen cuatro categorías diferentes, las clases de 1 a 4, y los requisitos que deben cumplirse son mayores cuanto menor es la clase. En IDR comercializamos exclusivamente fibras con certificación de clase 1, la más exigente, para que nuestros clientes tengan la seguridad de que sus productos están fabricados con materia prima altamente clasificada y, por tanto, apta para cualquier aplicación.

Logo Global Recycled Standar

La norma GRS (Global Recycled Standard) es una norma internacional voluntaria para la totalidad del producto que establece requisitos para la certificación por terceros del contenido reciclado, la cadena de suministro, las prácticas sociales, medioambientales y las restricciones químicas.

Certificación para artículos orgánicos de procesamiento de fibras ecológicas reconocida a escala mundial, que incluye criterios ecológicos y sociales. Los productos finales certificados con GOTS (Global Organic Textile Standard) pueden ir desde fibras, hilos, textiles para el hogar, colchones y textiles en contacto con alimentos, entre otros.

 

La BCI (Better Cotton Iniative) es una norma mundial de sostenibilidad para el algodón. Dado que se trata de una de las fibras textiles más utilizadas en el mercado, es imperativo garantizar las buenas prácticas asociadas a su cultivo y uso. Para ello, se aplica a todos los implicados en la producción industrial, desde los agricultores hasta los minoristas. Esta certificación se basa en 7 principios: protección de los cultivos, gestión del agua, salud del suelo, biodiversidad, calidad de la fibra, trabajo digno y sistema de gestión.

Además de las etiquetas OEKO-TEX® Standard 100 y GRS, que forman parte de la certificación ecológica, en IDR también se respeta la certificación ISO 9001. Esta norma pertenece a la Organización Internacional de Normalización (ISO) y especifica los requisitos de un sistema de gestión de la calidad en un contexto organizativo, garantizando así la normalización de los procedimientos de gestión y transmitiendo mayor confianza a todas las partes interesadas.

 

Todas estas certificaciones garantizan a nuestros clientes el cumplimiento de requisitos internacionales que no sólo nos distinguen como practicantes de medidas con gran impacto en la sostenibilidad, sino que también aseguran que nuestros clientes y todos los implicados en la cadena de suministro textil, de la que forman parte nuestros productos, tengan una influencia positiva en esta industria.

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